domingo, 29 de mayo de 2011

El trasplante

Cuando el médico le dijo que el riñón de su mujer era compatible, no se alegró. "Es increíble, sois casi como gemelos monocigóticos - dijo el doctor -. Nunca en mi vida había visto algo así". Él asintió con una sonrisa de plástico mientras maldecía su suerte. Con lo fácil que hubiera sido que la estadística no estuviera de su parte y haberse marchado del mundo tan sin ruido como había pasado por él.

Ahora que está trasplantado, con su cóctel diario de inmunosupresores y su recién estrenada salud, mira a su mujer con odio. Sabe que debe hacer honor al regalo que se le ha hecho y aprovechar cada día que le quede sobre esta tierra. Sabe que tiene que agradecer cada sonrisa de bebé y cada rayo de sol porque, como todo el mundo le dice, "ha vuelto a nacer". Y, sin embargo, sólo es capaz de pensar en la forma tan refinada y efectiva que ha encontrado ella de controlarle. La muy bruja.

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