viernes, 29 de julio de 2011

Esa sensación

Le llevaron a urgencias por una ingesta masiva de lepidópteros, también conocidos como mariposas. Había robado la colección de su cuñado (casi cuarenta ejemplares recogidos en viajes por todo el mundo) y se había tragado los insectos uno por uno, teniendo la afortunada precaución de quitar el alfiler primero.

El médico de guardia se las vio y se las deseó para convencer a los familiares de que comerse cuarenta mariposas no era malo.
- ¿No se comen ustedes cuarenta gambas? - pregunto, de forma un poco retórica -. Eso es todo proteína.

Después, sin embargo, retuvo al paciente en la consulta para hacerle unas preguntas. Tenía que descartar depresión, psicosis o intentos autolíticos. Le miró fijamente desde el otro lado del escritorio mientras daba vueltas en la mano a su bolígrafo de propaganda farmacéutica.
- ¿Por qué lo ha hecho? - preguntó.
- Hacía tanto tiempo que no tenía esa sensación... - contestó él, con ojos soñadores.

miércoles, 13 de julio de 2011

Sangrar

Ella le agarra suavemente la mano con la suya, y con una de sus uñas largas y limadas en pico le araña en el dorso, justo en la piel arrugada de los nudillos.
- ¡Joder! ¿Qué coño haces?
- Te hago sangrar.

No es un arañazo sensual, y a él le parece un gesto gratuito y brusco mientras observa asombrado cómo la capa superficial de la piel se despega del resto y cómo la sangre empieza a aparecer en puntitos pequeños y rojos.

jueves, 7 de julio de 2011

El secreto

El chico no demasiado atractivo ligaba muchísimo, y todos los demás se preguntaban siempre cuál era su secreto. Él se limitaba a observar a las mujeres, escoger un detalle absurdamente pequeño y elogiarlo con delicadeza y eficacia. Me encanta la forma en que se curvan los lóbulos de tus orejas con esos pendientes, decía, o tu manera de girar la muñeca para ver la hora, o cómo cada vez que te pregunto algo y no sabes la respuesta miras un segundo al cielo antes de encogerte de hombros. Sabía que la clave no estaba en la intensidad del elogio, ni siquiera en su adecuación, sino en lo pequeño del detalle. Sabía que ellas sólo quieren a alguien que les observe con ese grado de atención.